¡Se me olvida todo!
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) afecta apróximadamente el 2.5% de los adultos a nivel mundial. Muchas personas no son diagnosticadas hasta la adultez debido a que los síntomas en la infancia eran considerados «leves» o fueron confundidos con otras condiciones.
¿Qué es TDAH? Es considerado un desorden cerebral que se manifiesta mayormente en la niñez. El mismo puede ocasionar dificultad en la atención, organización, y en el humor, y puede llevar a que la persona manifieste hiperactividad e impulsividad.
¿Cuáles son algunas de las características del TDAH en adultos? Existen 3 tipos de TDAH – el inatento, hiperactivo-impulsivo o la combinación de ambos. Según el Manual Diagnóstico Y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-V, por sus siglas en inglés), el TDAH tiene los siguientes criterios:
- Desorganización: problemas para estar organizado en sus tareas.
- Desafíos en sus relaciones: inatento, aburrirse con facilidad, hablar por encima de la otra persona. Otros pueden verlos como irresponsable, insensible o despreocupado.
- Falta de enfoque: se distrae con facilidad, se le dificulta escuchar a otros en una conversación, contratiempos para completar tareas, tendencia a olvidar citas o compromisos, entre otros.
- Inquietud y ansiedad: moverse frecuentemente, golpear cosas con sus manos o pies, moverse en el asiento, tomar decisiones precipitadas y dificultad para mantenerse quieto.
- Preocupaciones emocionales: flujo de emociones tales como frustración, aburrimiento, y excitación.
- Hiperfoco: concentración intensa en algo que les interesa, mientras tienen dificultades para prestar atención a otras cosas.
- Manejo de tiempo: posterga tareas, llega tarde a eventos o ignora tareas que considera aburridas.
- Olvidadizo: ocasionalmente, afecta en áreas académicas, laborales o relaciones interpersonales.
- Impulsivo: interrumpir a otros en una conversación, acciones consideradas socialmente inaceptables, rapidez al hacer tareas o comportarse sin consideración a otros o a consecuencias.
- Auto-imagen negativa: pueden ver sus síntomas como fracasos o bajo rendimiento.
- Falta de motivación: dificultad para mantenerse enfocados por un periodo extenso en una tarea. Tendencias a postergar.
- Fatiga: debido a hiperactividad, problemas de sueño, esfuerzo constante para mantenerse atento/enfocado, como también puede ser un efecto secundario de algún medicamento para el trastorno.
- Preocupaciones de salud física: comer excesivamente, dieta no balanceada, no ejercitarse u olvidar tomar sus medicamentos.
- Uso/abuso de sustancias: tendencia a auto-medicarse para mejorar la concentración/atención, el sueño o disminuir la ansiedad.
Para determinar un diagnóstico, la persona debe exhibir al mentos 5 de los síntomas asociados a TDAH por al menos 6 meses. Si entiendes que alguno de estos síntomas ha afectado alguna área importante en tu vida (estudios, trabajo, relaciones), discútelo con algún profesional de la salud mental. Existen muchas maneras para ayudar a la persona con dicho diagnóstico a lidiar con las dificultades que pudiera estar presentando tales cómo: psicoterapia, medicamento y estrategias de acuerdo a las necesidades individuales.