Agotamiento emocional

El agotamiento emocional es un sentimiento de cansancio extremo. El mismo es causado por una variedad de factores:
• estrés prolongado (un problema que no se ha resuelto por meses, inclusive años)
• sobrecarga de trabajo (proyectos, deadlines o fechas límites, conflictos, acoso laboral)
• problemas personales
• relaciones interpersonales difíciles
• falta de apoyo
• soledad
• estresores académicos (materia difícil, falta de recursos, exámenes finales)

Entre abril y mayo, he visto muchos casos con agotamiento emocional indicando, “ya no puedo más.” Han manifestado algunos síntomas como: pérdida de interés, falta de motivación, irritabilidad, aislamiento, cambios en apetito o patrones de sueño, episodios de llanto, desesperanzado, baja energía e impotencia. Algo en común y que se ha observado en terapias últimamente, es que ya no es un motivo de referido. O sea, son varios los estresores que enfrenta un individuo y muchas veces, a la misma vez. No es simple. Es un problema biopsicosocial. Se afectan las áreas más importantes del ser humano: salud física, emocional, trabajo, estudios, aspecto social, entre otros.

Algunas recomendaciones para combatir el agotamiento emocional son:

1. Establecer como prioridad el descanso y el sueño: esto permite que tu mente se recupere y sane de los estresores diarios.
2. Establecer límites saludables: aprender a decir que No en tu vida personal y laboral evita el sobrecargarse de compromisos. Reconocer, establecer y comunicar sus límites protege su bienestar emocional y su energía.
3. Moverse: ejercicio diario libera hormonas de bienestar en el cuerpo.
4. Dieta balanceada: frutas, vegetales, granos y proteínas alimentan su cuerpo y mente, mejora su humor y niveles de energía.
5. Atención plena: calmar su mente, encontrar un centro, un enfoque, vivir en el presente ayuda a reducir estrés.
6. Apoyo social: amigos, familia, grupo de apoyo
7. Descansos cortos durante el día: descanso y reinicio
8. Pasatiempos: actividades que disfrute, que le traigan alegría.
9. Menos exposición a estresores: reconozca sus detonantes: exceso de noticias, relaciones tóxicas o el querer hacerlo todo.
10. Busque ayuda profesional: en terapia podrás aprender a manejar estrés, aprender, soltar, aceptar, entre otras técnicas.

«Cuando la mente está abierta y receptiva, es cuando se abre la puerta al aprendizaje, la comprensión y el cambio. Es a través de esta apertura que podemos expandir nuestros horizontes, adaptarnos a nuevas circunstancias y crecer como individuos.» Jon Kabat-Zinn